Desde muy temprana edad, el atlanticense Gabriel Alonso Suárez Romero se inclinó por la música. En su adolescencia integró agrupaciones como la de Pedro Carranza, la Orquesta Águila de Julio Ojito y el Sexteto Panameño. Gracias a un concurso en Emisoras Unidas de Barranquilla logró incorporarse como cantante a la orquesta de Pacho Galán, y desde ese momento, para diferenciarse de un ciclista de la época también llamado Gabriel Suárez, decidió asumir artísticamente el apellido materno para convertirse en Gabriel Romero.
Dicen Ofelia Peláez y Luis Felipe Jaramillo en el libro de Discos Fuentes “Colombia musical: una historia… una empresa…” las siguientes palabras sobre Romero: “conocido no solamente como el Cumbiambero Mayor sino también como El Piragüero, se convirtió en el mejor cantante de las cumbias, los porros, los merengues, los paseos y otros aires vernáculos de las costas colombianas, de donde es oriunda la cumbia. Y con su grupo, el incomparable Romero se pasea airoso por tierras de su amada Colombia y de otras naciones del continente americano”.
Nacido en Sabanagrande, Atlántico, el 20 de septiembre de 1945, Romero dejó la orquesta de Pacho Galán a finales de la década del 60 para buscar suerte en Medellín como cantante de los Hermanos Martelo, agrupación a la que se integró en 1967. Al poco tiempo, el disquero Hernán Restrepo Duque lo invitó a hacer parte de Los Black Stars, una naciente y juvenil agrupación del sello Sonolux, con la que grabó más de 15 discos de larga duración y más de 100 temas, muchos de ellos de su autoría.
Entre todas esas piezas, hubo una que, en su voz, en 1969, se convirtió en una suerte de segundo himno patrio en clave de cumbia: “La piragua”, de José Barros, con arreglo del recientemente fallecido pianista Luis Carlos Montoya.
Romero mismo ha manifestado que siempre fue el primer cantante en grabar los temas clásicos de la segunda etapa compositiva de Barros, mucho antes que cualquier otro de sus colegas. Y para la muestra están sus grabaciones de “Violencia”, “Mango chupa”, “El minero”, “Juana Rosa Manzano”; “Dialogando”, “La muerte de Choperena” y “Los terrones del camino”, entre otras creaciones de ese ya legendario creador banqueño.
Dueño de una voz potente, característica y profunda que ha acompañado a los colombianos por más de medio siglo, Romero se ha destacado también como compositor. Muchos de sus éxitos como "El machete", "Me importa un carajo", "Qué bueno está el cumbión" y "Maldita navidad" han sido popularizados en su propia versión. Algunas otras canciones suyas han hecho parte del repertorio más solicitado de artistas como Los Melódicos (“Se le pegó la manta”), la Billo’s Caracas Boys (“Porro sabanero”), el Gran Combo de Puerto Rico (“Camino de amapolas” y “Amigo mío”), Johnny Ventura (“El hombre enamorado”), los Hermanos Rosario (“Fuiste tú”), Oscar D'León (“Me voy pa’ Cali”) y Kinito Méndez (“El baile del sua sua”); y a principio de este año logró una conjunción de estrellas con su nuevo tema, “El noticionón”, para cuya grabación se unieron por primera vez cuatro grandes del merengue dominicano: Eddy Herrera, Rafa Rosario, Wilfrido Vargas y Sergio Vargas.
